Suerte dispar en los últimos
dos compromisos para el equipo de la capital vizcaína. El jueves visitó San Mamés el Olimpique de
Lyon, que no sorprendió con el planteamiento que sacó al campo. Una táctica más
especulativa que se apalancaba única y exclusivamente en el buen hacer de Gomis
tanto en tareas defensivas, como ofensivas. Según avanzaban los minutos quedaba
en evidencia que el plan era perfecto, hasta el punto que Gomis se convirtió en
una auténtica pesadilla para los locales. Cuando parecía que en algún desmarque
se iba a romper el fuera de juego y algún jugador vasco se iba a presentar en
solitario antes el guardameta del conjunto francés llego el primer gol de los
visitantes, obra del delantero que comentábamos, aprovechando el despiste en el
marcaje de Iraola en una falta lateral que acabo empujando sin precisión pero
con acierto, al fondo de la red de Iraizoz, que pudo hacer más en la jugada.
El partido, de vida o muerte
para los bilbaínos, empezaba a teñirse de negro. Mas oscuro se puso aún cuando
las jugadas que acababan en buenas oportunidades las sacaba con tremenda
maestría en portero del equipo visitante. En cualquier caso, el público
percibía más cerca el 1-1 que el 0-2, aunque esto fue lo que ocurrió al borde
del descanso tras otro balón largo del cual Gomis sacaba petróleo, desahogando
a su equipo que se incorporaba al ataque gracias al buen hacer de su delantero.
Fue un mazazo injusto el que se llevo el Athletic al vestuario.
Dura papeleta para los 45
minutos restantes, con necesidad de victoria, y con un público empezado a
enfadarse por la falta de resultados. San Mamés ha conocido muchas gestas, la
última, posiblemente en las semifinales de la Europa League la pasada
temporada, ante el Sporting de Lisboa, y los 10 primero minutos de la segunda
parte prometían escribir una línea más en este libro. Una salida de vestuarios
aplastante devolvía al marcador las tablas tras goles de Herrera, tras un
rechace, y Aduriz, ejecutando un penalti clarísimo que no fue discutido. La
catedral por unos momentos empezó a sentir lo que era arrollar al contrario, esa
sensación olvidada desde hace meses. Tras alguna que otra ocasión que los
visitantes rechazaban como podían, llegó el desastre. Tras un desacierto
intentando sacar el balón jugándolo, le robaron el balón a Muniain, y tras un
pase de la muerte el balón se coló en la portería de Iraizoz, que una vez más
pudo haber hecho más para evitarlo. A partir de este punto el partido no
mereció más la pena. Ambos equipos sin demasiada organización en ataque, los
visitantes porque el resultado les valía y los locales por desesperación. El
público criticó la decisión de Bielsa de cambiar a Aduriz por Llorente, que
veían como única opción dejar a ambos en el campo.
El final, con un 2-3, deja con
pie y medio fuera de la Europa League un
Athletic que los dos partidos contra el equipo francés ha merecido mucho
más. Sólo les queda encomendarse a la virgen de Begoña y esperar que el Sparta
de Praga pierda antes los franceses, y lo vuelva a hacer aquí por más de 3-1.
Todo esto, y que el Athletic consiga ganar. Demasiado.
Lo mejor: El equipo jugó bien
hasta el 2-3. Los primero 15 minutos del segundo tiempo fue un rodillo.
Lo peor: La entrada de
Amorebieta al portero en el primer gol local. Quiero pensar que fue
involuntaria pero en cualquier caso era demasiado dura. El gol no debería haber
subido al marcador.
El domingo fue el turno de
enfrentarse al Sevilla, intentando superar lo ocurrido en la Europa League. Las
sensaciones no fueron mejores, ni mucho menos, pero el partido se puso de cara
pronto gracias a la falta de concentración del Sevilla.
Los tantos de De Marcos y
Susaeta ponían de cara un partido que sobre el papel parecía difícil. El primer
tiempo acabó sin apuros para el conjunto local y con Michel desesperado en el
banquillo visitante. Precisamente él fue el único capaz de encender la mecha en
el descanso para que su equipo explotase en el segundo tiempo ofreciendo una
imagen notablemente mejor.
El Athletic dejó de jugar con
la comodidad que lo hizo durante el primer tiempo y el Sevilla creaba
oportunidades que poco a poco hacían temer lo peor a los aficionados que se
acercaron a San Mamés. La cosa pintaba aún peor tras la expulsión por doble
amonestación de Herrera y el gol de penalti por parte de Negredo.
Pero la situación cambió tanto
en tan pocos minutos que el Athletic, con la ayuda de su afición supo defender
el resultado, durante la casí media hora que hizo en inferioridad. Al final 2-1
y 3 puntos importantísimos.
Lo Mejor: El gesto de Michel
con Bielsa, que convenció al 4º arbitro para que no lo expulsasen. Siempre se
ha dicho que Michel es un gentleman y lo demuestra con sus hechos.
Lo Peor: Expulsión de Ander.
Fue bastante fortuita pero como siempre evitable. El equipo lo echa de menos
siempre. De Marcos, por acumulación de tarjetas, también se pierde el siguiente
encuentro.